Todos hemos aprendido a ir con cuidado por la vida. No importa en dónde estemos, por lo general tomamos en consideración ciertas actitudes para evitar exponernos a una situación de riesgo innecesaria. Esas actitudes que fuimos aprendiendo desde niños, las desarrollamos conforme crecimos y obtuvimos más experiencia. Tener precaución en nuestro camino y prever un peligro potencial es una medida que cualquiera puede tomar. Sin embargo, no todos somos precavidos en nuestra vida diaria, principalmente porque este tipo de peligros se sienten ajenos a la mayoría de nosotros. Creemos que nunca nos sucederían a nosotros.